El biodiesel quedó congelado en $ 31.549 por tonelada, un precio que según los productores no refleja el alza de los costos.
El cambio en la mezcla de biodiesel con gasoil, que debería ser de 10% y ahora es de 1% por los faltantes de productos implica también una modificación en la liquidación del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que estaban en un 10% desgravados por el uso de un combustible ambientalmente amigable.
Esta información la tiene la Secretaría de Energía pero no la denunciarán ni obligarán a las aceiteras a entregar sus productos, según comentaron.
Una fuente del mercado contó a El Cronista que las grandes exportadoras como Dreyfus, Cargill, Vicentín, Renova, Terminal 6 están abastecimiento actualmente el mercado interno, mientras que la mayoría de empresas pequeñas y medianas como AOM, El Albardón, Rosario Bioenergy, Bio Nogoyá, Grupo Bolsan, Bio Bahía, Biobin, Refinar Bío, Biocorba, Bio Alba, Enresa y Aripar ya no entregan biodiesel.
Para Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, la inclusión de los biocombustibles en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 566/2019 que congeló los precios del petróleo crudo y sus derivados tiene una «interpretación forzada».
Con el biodiesel sucede lo mismo que con las naftas: mientras la principal materia prima (la soja en este caso, el petróleo en aquel) sea una commodity, congelar un precio a nivel local atenta contra el productor.
Asimismo, Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, comentó que las entregas de bioetanol empiezan a resentirse, aunque todavía no hay un problema grave.