En el caso del gas natural comprimido, los dos primeros meses del año mostraban un crecimiento interanual interesante de las ventas: 6,99% en enero y 8,19% en febrero; pero obviamente la debacle a partir del 20 de marzo no hizo diferencias con este combustible, con un pozo en el mes de abril del –59,22% de caída respecto al mismo mes del año anterior. De allí en adelante las ventas fueron lentamente recuperándose hasta llegar a diciembre de 2020 con una diferencia interanual del -9,84%. Las ventas de los dos primeros meses del corriente año, estuvieron algo por debajo del 2019 y bastante más bajo que enero y febrero del 2020, últimos meses de ese año no afectados por la pandemia.
Cuando vemos la participación del GNC sobre el total del gas natural despachado, comprobamos que en el año 2020 el porcentaje disminuyó con respecto al 2019, por lo que podemos inferir que los otros usuarios experimentaron disminuciones en el consumo menores; sin embargo se advierte una recuperación en los dos primeros meses del 2021.
Obviamente la caída en las ventas no impactó en forma idéntica en las distintas bocas de expendio de GNC, o bien porque la variación fue distinta o porque los mayores volúmenes históricos de venta hicieron que los niveles se mantuvieran elevados en comparación con sus competidores. Para dar un vistazo a esta situación tomamos el caso de una ciudad en particular que podría ser similar a la de otras.
Con 139 estaciones de servicio que expenden GNC, la ciudad de Córdoba es la que tiene mayor cantidad de bocas de expendio de este combustible en el país, motivo por el cual la tomamos como muestra. Hemos omitido las razones sociales, ya que no resultan útiles a los fines del análisis de las cifras. Las cifras permiten apreciar la diferencia entre los volúmenes de venta, la dispersión de precios, la variación en las ventas de cada boca y del total, etc.
Hemos omitido obviamente los nombres de las empresas.
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