Tras el último leve incremento de los precios en el surtidor, llevada adelante por YPF por decisión del Gobierno nacional, que luego fue replicada por las demás compañías de las diferentes banderas, los analistas del sector especularon con la intención del ministerio de la Producción y del titular de Economía, por comenzar a desandar un sendero que desde hace más de dos décadas dejó en desventaja al interior respecto de la Estaciones de Servicio de Ciudad y Provincia de Buenos Aires.
Tras los incrementos, las petroleras, dieron a conocer que los porcentajes no se aplicaron de manera uniforme en todas las provincias ya que el objetivo fue buscar el equilibrio y acortar las diferencias de valores que no tenían justificación operativa.
Fue así que esta suba diferencial, tuvo mayor peso en el área metropolitana Buenos Aires (AMBA) y otras regiones, que tienen precios más bajos con respecto a otras zonas del país, excepto la Patagonia, que se beneficia un poco más con el régimen especial, aunque no en la medida que fuera hasta la desregulación de precios del entonces Ministro Juan José Aranguren.
¿Pero cómo toman los expendedores esta modalidad de subas segmentadas? De por sí, cualquier actualización de los combustibles líquidos es bienvenida en principio por el sector, cuyo margen de rentabilidad está atado al precio del principal producto que venden.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de San Luis, José Gianello, expresó a surtidores.com.ar que “no nos importa realmente si se equiparan los precios para todas las provincias, porque en primer lugar, nuestros clientes son del mismo territorio y por ende, no van a consumir en otro lugar por cuestión de distancias”.
Además, advirtió que “estamos de acuerdo con un precio uniforme en toda la Argentina, pero no queremos ser la variable de ajuste, entre el Estado y las petroleras, para que se toque aún más el escaso margen de rentabilidad que tenemos”.
Gianello alertó que “si se equipara con intención ascendente y nos beneficia a todos, es una opción viable, pero también, hay que pensar el costo de los fletes y la distancia que hay entre cada provincia y las plantas de distribución de los camiones”.
Al margen de este punto de discusión, el dirigente cuyano recordó que todavía es muy poco el porcentaje que se aumentaron los valores en las pizarras de la nafta y el gasoil al público, “porque estuvimos más de 9 meses con precios congelados y costos en constante aumento, lo que nos dejó con menos utilidades, sumado a que en la pandemia, el nivel de ventas se cayó a un piso histórico récord que nadie imaginaba”, finalizó.
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