El futuro de la movilidad en el mundo está tomando diversos rumbos. Mientras algunas ciudades apuestan por una movilidad compartida, otras lo hacen por la micromovilidad y casi todas, en un futuro no muy lejano lo harán por una movilidad más verde.
En Melbourne, Australia, de alguna manera todas las tendencias tecnológicas están convergiendo en lo que es el primer “corredor inteligente” de tráfico, un sistema de gestión del tránsito que conecta a los vehículos con sensores, inteligencia artificial e información en tiempo real generada por los usuarios.
Será la primera plataforma conectada de usuarios y elementos de tránsito que priorice tanto la reducción de emisiones como la seguridad vial. El tramo inicial será de 2,5km y se pondrá en marcha en una de las calles más transitadas de Melbourne, Nicholson Street.
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El desarrollo de la Universidad de Melbourne hará uso de los cientos de sensores ya instalados y mediante un modelo de aprendizaje automático optimizará la información que brinda a transeúntes, usuarios de transporte público, ciclistas y usuarios de automóviles para que puedan viajar seguros y optimizar sus tiempos.
El incremento en el tráfico y los accidentes viales de los últimos años llevaron a Melbourne a invertir una gran cantidad de dinero con el objetivo de crear un ecosistema de autos conectados, manejo autónomo e información en tiempo real para lograr un tránsito sostenible y sin congestiones de cara al futuro.
En el centro de la escena se encuentra la privacidad de los integrantes del sistema ya que, independientemente de si lo quieran o no, si forman parte del corredor estarán brindando su información a la base de datos. Esta actuará de manera constante y en tiempo real. Según los diseñadores del sistema, esta será la base para el éxito del tránsito del futuro en todas las ciudades del mundo. Será el costo de vivir en un mundo conectado, optimizado e inteligente.
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